10 marzo 2016

LA TRILOGÍA DE LA GUERRA CIVIL. Juan Eduardo Zúñiga

"Parecía no quedar ya nadie en el barrio y las ventanas estaban vacías y las puertas las movía el aire y los ratones cruzaban las salas silenciosas y el aroma de la madreselva se perdía sin llegar a aquellos que plácidamente se adormecían en las siestas calurosas. De noche no se oía el llanto de un niño insomne ni el entrechocar de platos en el fondo de las cocinas." 
Así empieza "El último día del mundo", a la sazón el último relato de La trilogía de la guerra civil, de Juan Eduardo Zúñiga. Justifica sin duda el tránsito por las 392 páginas precedentes. Relatos, muchos relatos de/en Madrid durante la guerra y en los días finales de la misma. Calles, edificios, barrios, distritos conocidos por donde discurren seres que viven y sobreviven y que, ante todo, desean la normalidad de la vida, o no. O tal vez ya no puedan soportar los cambios de una cruel realidad que se impone implacable. Son relatos variados, con un interesante desfile de personajes muy normales. El relato predomina por todas partes, los diálogos surgen a veces, pero apenas tienen espacio en el conjunto de la obra.La prosa es fluida y de una gran riqueza léxica, muy elaborada. Es un viaje al ambiente íntimo, doméstico, claustrofóbico, de una guerra no tan lejana y a la vez tan lejana. Aquí no vale buscar grandes tensiones narrativas ni suspenses... Los relatos surgen, se encadenan, y te van impregnando, como aceite sobre papel de estraza. Sin alegría, por supuesto; más bien con todo el derecho a la tristeza, pues no dejan más las guerras.
La trilogía de la guerra civil: Largo noviembre de Madrid.   Capital de la gloria.   La tierra será un paraíso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario